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Revista del corazón indemniza a Penélope Cruz. En nuestro país no son extrañas las sentencias de las diferentes salas que condenan a las revistas o programas del corazón a indemnizaciones que pueden llegar a resultar muy costosas a personajes públicos.

Siguiendo esta línea de estas sentencias, nos encontramos con que la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo condenó a una revista del corazón a pagar 15.000 euros a la actriz Penélope Cruz por vulnerar su derecho a la intimidad personal y a la propia imagen al publicar, sin su consentimiento y en la terraza de un recinto privado, unas fotografías suyas leyendo en una tumbona al lado de su pareja.

En este caso, vemos que lo relevante de la sentencia, es que la actriz no dio permiso alguno para las fotos ni para su posterior publicación, el 15 de mayo de 2009, y que “no es posible exigir un aislamiento espacial extraordinariamente gravoso de estas personas para poder disfrutar de la privacidad a la que también tienen derecho ante el acoso de determinados medios de comunicación”.
El Supremo, igualmente, destaca que la notoriedad pública de un personaje “no le priva de mantener ámbitos reservados a su intimidad y de excluir del conocimiento público lo que concierne a su vida privada, sin que su conducta en lo que trasciende al exterior elimine el derecho a la intimidad de su vida privada”.

Es por ello, que la Sala concluye que “la afectación del derecho a la propia imagen es relevante frente a la protección del derecho a la libertad de información que no tiene en este caso otro objetivo que el de satisfacer la curiosidad humana para conocer la vida de otros, aunque se trate de personas con notoriedad pública, como es sin duda la demandante”.
Esta línea argumental, sigue con la tendencia de la jurisprudencia de que “la intromisión será ilegítima si la persona ha sido fotografiada en un lugar no público o, también en un lugar público pero recóndito, apartado, de difícil acceso, buscado por la persona afectada para preservar la intimidad o determinados aspectos de su imagen”.

Ahondando más en la cuestión “ni siquiera la notoriedad pública del personaje elimina el ámbito de protección de sus derechos fundamentales” (a la propia imagen, y también a la intimidad) en aquellos casos en los que buscan expresamente esa privacidad frente a una posible captación y reproducción de su imagen”.

La indemnización de 15.000 euros que la editora de la revista Heartst Magazines, SL. tendrá que abonar en concepto de daños y perjuicios por otra parte, se considera “ponderada, lógica y no arbitraria”. La actriz, por su parte, en su demanda reclamaba 60.000 euros por la vulneración del derecho a la propia imagen. Dicha cantidad se estableció por el tribunal de instancia haciendo una estimación de los beneficios netos obtenidos por la revista con el ejemplar en el que se publicaron las fotografías y que fueron superiores a los 32.150 euros declarados, según la sentencia del Tribunal Supremo, que desestima el recurso de casación de Heartst Magazines, S.L.

Revista del corazón indemniza a Penélope Cruz

Revista del corazón indemniza a Penélope Cruz

Condenada revista sensacionalista por información de una no famosa. Las revistas sensacionalistas presentan siempre un tipo de información que muchas veces está rozando límites de lo legal. La publicidad de la vida de las personas públicas llega a unos extremos, que en muchos casos, cruzan la frontera de lo legal.

En esta línea, la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo confirmó la condena a la revista Lecturas por la publicidad de un reportaje fotográfico sobre el estado de salud de una expresentadora de televisión cuando había dejado de ser famosa y después de expresar su decisión de no aparecer en los medios de comunicación.

La revista ha sido condenada a pagar una indemnización de 200.000 euros a la presentadora al difundir, ocho años después de su última aparición pública, unas fotografías en las que aparece en silla de ruedas a causa de una enfermedad degenerativa junto a otras imágenes de su etapa al frente del programa de aerobic que se emitía en la televisión en los años 80.

Según el Tribunal Supremo, esta información publicada por Lecturas “carecía de interés público al referirse a una persona que había dejado de ser famosa, que no aparecía en los medios de comunicación, que no participaba desde hacía ocho años en el circuito rosa, y que en su última aparición en 2004 había manifestado expresamente que no volvería a conceder entrevistas”.
La sentencia, detalla por su parte, que la finalidad del reportaje era “mostrar el estado de deterioro actual de Dª Eva” en contra de lo que sostiene la condenada, que ofreciera información de su hijo, cuyas declaraciones aparecen de “soslayo”.

Siguiendo la doctrina impuesta por el Tribunal Constitucional y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la Sala Primera concluye que dicha información fue publicada “con devaluación del concepto que se pudiera tener de Dª Eva, sin consentimiento de la misma, cuando ya no era personaje público y careciendo de interés público o noticiable, por lo que la ponderación de los derechos en conflicto se efectuó con toda razonabilidad al entender notoriamente afectado el derecho a la intimidad por la información publicada sin causa legítima que lo justifique”.

Por dicha actuación, la presentadora solicitó 400.000 euros de indemnización por los dos reportajes, pero la sentencia, la fijó en 200.000 euros. Una cantidad que para la Sala de lo Civil se ha fijado siguiendo los parámetros de la proporcionalidad, sin arbitrariedad alguna, con base probatoria suficiente y con determinación del nexo de causalidad que acredita el empeoramiento de su estado de salud como consecuencia de las publicaciones de la revista cuando comenzaba a mejorar en su evolución.

La sentencia añade que la editora de la revista persistió y volvió a recoger un nuevo reportaje sobre la expresentadora meses más tarde, que no añadía información pero que sí incrementaba el daño padecido, pese a que fue requerida para que dejase de publicar noticias sobre la presentadora, aportándole el informe médico que acreditaba las descompensaciones psíquicas que le causaban las noticias publicadas sobre ella.

Condenada revista sensacionalista por información de una no famosa

Condenada revista sensacionalista por información de una no famosa