Ernesto Colman llegó a España con escasamente 1.000 Euros en sus bolsillos y pudo construir un grandísimo imperio. Un imperio con pufos que van saliendo a la luz a medida que la investigación de la que es objeto avanza.

Ernesto Colman llegó a España en 1987, era protésico de profesión y decidió montar una pequeña clínica que ocho años después se convirtió en el gran imperio conocido por el nombre de Vitaldent.

El señor Colman ofrecía limpiezas bucales gratis y la posibilidad de pagar las intervenciones a plazos. Comenzó a ganar dinero y se hizo aficionado a los lujos. Llegó a tener 150 fincas urbanas en Madrid, compró un pueblo abandonado en el norte de España, competía con carruajes de lujo en su país natal (Uruguay) y así infinidad de cosas más. No podemos decir que fuera un empresario legal, ya que hace años fue condenado por publicidad engañosa, según se dice, su marca no reparaba en minucias a la hora de anunciarse.

Todo empezó a ir mal cuando España entró en crisis y Colman decidió seguir asfixiando a sus franquiciados. Según han declarado algunos de ellos, Colman les hacía firmar contratos con cláusulas abusivas y establecía cánones por todo. Si se percataba de que los franquiciados le daban menos dinero de lo que en teoría debían de darle les imponía un canon fijo para evitar posibles problemas y que el recibiera menos dinero de lo que quería o tenía pensado.

Vitaldent exigía a los franquiciados en 10 por ciento de su facturación en concepto de canon, la mitad para pagar a la matriz y la otra mitad para publicidad.

La investigación a Colman comenzó cuando un grupo de franquiciados hartos ya de éste tipo de abusos decidió poner una queja en la que se denunció que el 5 por ciento de la facturación de las franquicias que recibía Vitaldent para publicidad no se destinaba realmente a eso, sino que se lo quedaba Colman por lo que fue denunciado por estafa.

Durante varios años, Anticorrupción ha investigado al empresario  y en 2015 fue denunciado al juzgado de Majadahonda. Según la juez, cada una de las 146 clínicas propias de Vitaldent enviaba 10.000 euros al mes en dinero “b” a la matriz, lo que se traduce en 17,5 millones de Euros al año que se ocultaban a la Hacienda pública.  Ahora espera en prisión junto con sus personas de confianza a que se celebre el juicio o se vayan sabiendo más datos. Desde Equal les iremos informando.

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